Hace tanto y tan poco.
Tan lento, tan dejado, tan aletargado.
Arítmico y acelerado.
No deja sin trabajo, tampoco sin descanso.
Es acompañante eterno.
Una perdida que gotea resonante.
El embrión de la historia,
El último en extinguirse.
Será testigo de la nada y del vacío.
El que la fiesta inicia.
Y con él la misma acaba.
Solo el solo no hace nada.